AMOR
Se conocieron. Ella vio en él a siete personas, él vio en ella a cuatro, aunque físicamente solo eran dos. Lo complejo fue que todos se gustaron. No existe teoría social que logre explicar con satisfacción como ésta, ridículamente complicada causalidad, puede llegar a ser realidad; es por eso que la salida mas simple es sencillamente llamarle amor y dejar que el libre albedrío dote de contenido a la palabra. Lo que tampoco se entiende es como los dos, en Medellín, pudieron coincidir varias veces hasta que se gustaron, ¿será el destino?
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