Continuación
Amor, El año pasado fue la carta astral. Algo sencillo, sin pretensiones, quizá, la crudeza de la lejanía nos hacía crédulos e incredulos a la vez y nos apegabamos solo a las pequeñas esperanzas. Esperanzador es saber que la vida nos cambia en un año y nos pone a soñar y a vivir distinto. Nos puso a caminar de nuevo juntos. Un buen amigo mío asegura que las relaciones y las conexiones se basan en recuerdos y la importancia que les demos a ellos. En poco tiempo hemos contruido, o logrado, inolvidables: viajes, risas, trotadas, familia, campo, cocina, descanso, baile y cariño, mucho cariño. Sin embargo, más que cualquier cosa, lo que disfruto y amo de los dos es la capacidad de volver cualquier momento y en cualquier parte, por sencillo o simple que sea, en un momento inolvidable, del que nos reimos cada vez que nos acordamos. Espero que la vida, sus causalidades y nuestras decisiones nos dejen seguir compartiendo mucho tiempo más. Compartiendonos outfits, recetas de cocina y...